Recién ayer le preguntó si podía volar. El cirujano a cargo de su tratamiento, Pedro Saco, le respondió que sí, y la presidenta Cristina Kirchner ya prepara su primer viaje al Sur tras la operación de tiroides.
Aún está por definirse cuándo y adónde se irá la jefa del Estado, pero fuentes oficiales confiaron a La Nacion que la Presidenta ya está autorizada a subirse a un avión y que se irá a Río Gallegos o a El Calafate, cualquiera de los dos destinos habituales de descanso de la Presidenta.
Así lo resolvió Saco ayer, después de que a las 18 pasara por la quinta de Olivos para el control semanal tras la operación de la glándula tiroides que le hicieron a Cristina Kirchner hace diez días. Según contó una fuente oficial, el cirujano le realizó una evaluación clínica para conocer la recuperación de la intervención quirúrgica y otra sobre la cicatriz, para saber cómo evolucionó la herida tras el corte de seis centímetros que le realizaron en el cuello.
"Está todo muy bien y quedaron en verse el martes o miércoles próximo", confió una alta fuente oficial.
Más allá de la recuperación, la Presidenta se tomará la licencia de 20 días que había fijado desde que se enteró de que tenía un carcinoma papilar en la glándula, que finalmente se descartó, y que la obligó a dejar el Poder Ejecutivo en manos del vicepresidente Amado Boudou. Por el momento, en la Casa Rosada trabajan con el plan inicial de que Cristina Kirchner retome formalmente sus funciones el próximo martes. Ese día la volvería a ver Saco para darle el alta definitiva del tratamiento. Durante la visita de Saco, estuvo el médico presidencial Luis Buonomo.
A pesar del reposo, la Presidenta estuvo al mando de las principales medidas desde su internación en el Hospital Universitario Austral. Incluso en las primeras horas después de la operación, cuando no podía hablar, escribía en un papel para que su hijo Máximo les retransmitiera el mensaje a los ministros, según contó un colaborador presidencial que estuvo en el sanatorio de Pilar.
Anteayer por la tarde, Cristina Kirchner recibió en la quinta presidencial al ministro de Planificación, Julio De Vido, para ultimar los detalles de la denuncia que presentó el funcionario contra un grupo de empresas petroleras (ver en Economía & Negocios). Se espera que, tras la autorización que ayer le dio Saco para viajar, la Presidenta vuele junto con sus hijos al Sur.
Otra de las preguntas que ayer le hizo la Presidenta a su cirujano, que sigue la evolución de su tratamiento, fue si podía comenzar a hacer ejercicios físicos. Por el momento, desde la operación, la jefa del Estado sólo camina, pero no puede retomar su rutina deportiva. En eso Saco fue infranqueable: le pidió que todavía no. La gimnasia deberá esperar. Los vuelos, no.
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