martes, 29 de noviembre de 2011

Cobos deja la vicepresidencia en silencio y rodeado de pocos amigos

Julio Cobos se retira de la vicepresidencia rodeado de silencios y de unos pocos amigos, tras protagonizar un sorprendente periplo político que lo llevó en sólo cuatro años a compartir y triunfar en la fórmula con Cristina Fernández de Kirchner...

Julio Cobos se retira de la vicepresidencia rodeado de silencios y de unos pocos amigos, tras protagonizar un sorprendente periplo político que lo llevó en sólo cuatro años a compartir y triunfar en la fórmula con Cristina Fernández de Kirchner, sepultar con su voto un proyecto estratégico del gobierno, convertirse en un referente ineludible de la oposición y terminar su mandato en forma casi solitaria.
En 2007, mientras transitaba la etapa final de su mandato de gobernador radical de Mendoza encabezó el traspaso de los cinco mandatarios de la UCR con mando en las provincias que se abrazaron con entusiasmo al proyecto de "Concertación plural" que les propuso Néstor Kirchner con la idea de crear "una coalición estable de fuerzas políticas que den garantía y sustentabilidad al proceso de transformación".
Cobos fue premiado con la candidatura a vicepresidente de Cristina Fernández y ambos enfrentaron al binomio presidencial de la UCR, Roberto Lavagna-Gerardo Morales, al que sacaron una ventaja cercana a 30 puntos (45,2 contra 16,9).
Pero la alianza oficial duró muy poco: a tres meses del nuevo gobierno, estalló el conflicto de los productores agropecuarios, que mantuvo en vilo a la política y polarizó a la sociedad.
Cobos mantuvo silencio cerrado mientras la resolución 125, que fijaba retenciones móviles a productos agrarios, llegaba al Senado, tras ser aprobada en Diputados.
La sorpresa y el vuelco de la situación ocurrió en la sesión del 16 de julio, al cabo de 18 horas de debate, cuando Cobos protagonizó el acto político que lo puso al tope del candelero nacional.
Intervino para definir un doble empate en 36 senadores por bando y pronunció las frases que hicieron historia: "Que la historia me juzgue, pido perdón si me equivoco. Mi voto no es positivo, mi voto es en contra".
Mutación. Con ese acto sorprendente, el mendocino mutó de representante del Poder Ejecutivo en el Senado a referente ineludible de la oposición y un punto de convergencia de los sectores que buscaban cambios políticos y la derrota del oficialismo.
Cobos fue reprendido duramente por la presidenta Cristina Fernández unos días después en una reunión sin testigos en la Casa Rosada, adonde no volvió a entrar ni aún durante el velatorio de Néstor Kirchner en octubre de 2010.
Su nombre fue asociado a la palabra "traidor" desde entonces y hasta ahora por el kirchnerismo. Cobos, quien había sido expulsado "de por vida" del radicalismo tras los comicios de 2007, volvió a entusiasmar a sus correligionarios ante quienes aparecía como la figura que podía aglutinar a una UCR muy vapuleada desde la salida del gobierno de Fernando de la Rúa en 2001.
El vicepresidente se volvió un político de referencia de primera magnitud para toda manifestación opositora y fue en los hechos en uno de los personajes centrales que llevaron a la derrota al oficialismo en las elecciones del 23 de junio de 2009.
Cuesta abajo. Pero en los dos últimos años, varios acontecimientos comenzaron a desgastar la imagen y su aura de jefe de la oposición se fue apagando.
El 31 de marzo de 2009 murió el ex presidente radical Raúl Alfonsín y la movilización que acompañó sus restos en el Congreso mostró que el recuerdo del viejo dirigente generaba adhesiones en la sociedad. Su apellido se volvió una bandera en la UCR, cuando unos meses después se puso en marcha el proceso de elecciones internas partidarias.
La negativa de Cobos a abandonar la vicepresidencia para participar de las elecciones internas, un compromiso que él consideraba fundamental con la institucionalidad y parecía adecuado en un partido en el que abundaron dirigentes que se iban antes de tiempo, fue dejando al vicepresidente al margen del proceso electoral y finalmente su participación se limitó a administrar los sectores internos que le eran fieles en la provincia de Mendoza.
Un desempate que no le trajo rédito político como la 125
Un signo evidente del desgaste de Julio Cobos se produjo el 13 de octubre de 2010 cuando volvió a desempatar en el Senado a favor de la oposición durante el debate del 82 por ciento móvil para las jubilaciones.
La ley fue vetada por la presidenta Cristina Fernández de Kirchner apenas dos días después y Cobos casi no obtuvo ningún beneficio político para el sufragio, como sí había ocurrido con el desempate por la 125.
Finalmente, llegaron las primarias abiertas simultáneas y obligatorias del 14 de agosto, donde quedó muy claro que el futuro político quedaba ligado a las expectativas que seguía creando el oficialismo, al tiempo que reducía el espacio de representación de los opositores.

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