La presidenta Cristina Fernández de Kirchner volvió a plantear sus críticas por el papel que desempeñaron las calificadoras de crédito en la actual crisis financiera que afecta a Grecia y a otros países de la zona euro y pidió que las decisiones que se tomen tengan en cuenta a la gente y que no respondan solamente al interés de los mercados.
El tema Grecia y la situación que atraviesa la zona euro centralizó todo el interés de los mandatarios a lo largo de las sesiones que se extendieron por espacio de casi cinco horas.
La primer sesión tenía como tema central la “Situación Económica Global”, mientras que en la segunda debían hablar sobre un “Plan de Acción para el Crecimiento”.
El canciller Héctor Timerman, el vocero presidencial, Alfredo Scoccimarro, y el secretario de Finanzas, Hernán Lorenzino, fueron quienes comunicaron a la prensa los detalles de las sesiones en la que la Presidenta hizo uso de la palabra en varias oportunidades.
Además en el transcurso del debate la crisis argentina de fines de 2001 fue citada por mandatarios de varios países, entre los que se contaron el de México, Felipe Calderon; y el primer ministro de Turquía, Tayyip Erdogan, quienes se pronunciaron a favor de que en el caso de Grecia se busque "una solución más completa que la que sucedió con Argentina, a la que se le prestó plata y luego fue abandonada a su suerte".
En una de sus exposiciones ante sus pares del G-20, Cristina dijo que "siempre piensan en tomar decisiones para calmar a los mercados y ahora los que están impacientes son la gente y lo que hay que hacer es darle seguridad a la gente".
"A la gente se le da seguridad volcando recursos, generando trabajos, abriendo nuevas fábricas, dándole oportunidad a la gente que tenga un trabajo y con ese trabajo aumenta el consumo, al aumenta el consumo aumenta la demanda y de esta forma se produce un círculo virtuoso", señaló la jefa del Estado argentino.
La Presidenta afirmó que "no puede ser que Grecia, un país que tiene 10 millones de habitantes deba 350.000 millones de dólares y que alguien piense que puede pagarlo".
Contrastó esta situación con lo que en su momento sucedió en Argentina, cuando a principios del 2000 "debía 160.000 millones de dólares y era imposible de afrontarlo".
Cristina, como ya lo había hecho en cada una de las cumbres en la que le tocó participar durante los últimos tres años, dijo a los líderes del G-20 que se impone hablar "de las calificadoras de riesgo que avalaron durante años este tipo de comportamiento, creando una situación totalmente ficticia".
Recordó que antes de que estalle la crisis griega las calificadoras "castigaban a la Argentina, mientras decía que Grecia tenía capacidad de pago" y daban su aval a nuevos endeudamientos que desembocaron en la situación actual.
"Ahora quién se hace cargo del desastre que armaron las calificadoras de riesgo", dijo a modo de pregunta la Presidenta ante sus pares del G-20 reunidos en Centro de Exposiciones y Eventos de Cannes.
A criterio de la delegación argentina, de la actual Cumbre del G-20 van a surgir "decisiones políticas" a raíz de la fuerte crisis desatada a partir de la situación griega.
"Creo que el discurso de la Presidenta marcó eso, que la crisis del euro no es solamente una crisis económica sino también social. Es un tema que afecta no sólo a la zona euro sino a las demás zonas también", dijo el canciller durante el contacto que mantuvo con la prensa.
Por su parte, Lorenzino ratificó que los debates estuvieron directamente atravesados por la situación de Grecia y en ese sentido explicó que "Argentina mantuvo la receta del no ajuste que estuvo apoyada por distintos países".
En ese marco, Timerman comentó que el presidente de México Felipe Calderón dijo que "la Argentina tuvo exceso de créditos en los 90 lo que llevó luego a la eclosión de su economía que tuvo muertos".
De las deliberaciones tomaron parte el presidente francés, Nicolás Sarkozy, quien ofició de moderaron del encuentro por ser el país organizador y detentar la presidencia de la Cumbre.
También estuvieron presentes el presidente chino, Hu jintao; de Estados Unidos, Barack Obama; de Rusia, Dmitri Medveded; de Brasil, Dilma Rouseff; el primer ministro de la India, Mammohan Singh; la canciller germana, Angela Merkel; y el presidente italiano, Silvio Berlusconi.
También estuvieron el primer ministro británico, David Cameron; el primer ministro de Japón, Yoshihiko Noda; y el presidente de Corea, Lee Myung-bak, entre otros.
El documento final de la Cumbre del G-20 terminará de ser pulido en lo que resta del día de este jueves y viernes.
Este jueves, en una cena de trabajo, continuaban las deliberaciones bajo el lema "Dimensión Social del Comercio", en el que la Presidenta tiene previsto volver a hacer uso de la palabra, según adelantó Timerman.
En base a la agenda oficial, el presidente Sarkozy tendrá a su cargo la lectura final del documento en una conferencia de prensa que brindará pasado el mediodía del viernes en la sede en la que se desarrolla la Cumbre.
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