La presidenta argentina Cristina Kirchner se reunirá el viernes en Cannes con su par Barack Obama, a fin de reforzar lazos bilaterales y superar el incidente de un avión estadounidense cuya carga de equipamiento policial estuvo confiscada en Buenos Aires.
El encuentro fue solicitado el lunes por Washington aprovechando que ambos mandatarios participarán de la Cumbre del Grupo de los 20 (G20) en la ciudad francesa de Cannes.
“Lo vemos como una oportunidad, tras la reelección de la presidenta, de dar un giro a la relación hacia una dirección más positiva” , dijo el consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes.
Los vínculos bilaterales se resintieron a partir del 10 de febrero último, cuando fue confiscado en Buenos Aires equipamiento de seguridad traído a bordo de un avión militar estadounidense, material que fue devuelto luego de las protestas del gobierno de Obama.
El argumento de las autoridades argentinas para confiscar armas, equipos de comunicación, medicamentos y psicotrópicos -destinados a un curso de entrenamiento- fue que no estaban declarados ni autorizados a ingresar.
Estados Unidos respondió que se trataba de material destinado a la cooperación con la policía argentina.
Kirchner, una abogada peronista de centroizquierda de 53 años, acaba de ser reelecta para otro mandato de cuatro años con un contundente respaldo en las urnas de casi 54% de votos, el mayor caudal desde la restauración de la democracia en 1983.
“Lo esencial es el reciente resultado electoral. Washington, como cualquier otra potencia, entiende que la política genera hechos que no pueden desconsiderarse en razón de posturas dogmáticas”, analizó Juan Tokatlian, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Di Tella (privada).
El primer indicio de la nueva postura de Estados Unidos fue la inmediata felicitación a Kirchner por su victoria electoral y luego una comunicación telefónica mantenida por la secretaria de Estado, Hillary Clinton.
“Sé lo importante que es nuestra relación entre EE.UU. y Argentina y me alegra que, dejando de lado las dificultades que hemos tenido, podamos empezar a mantener un diálogo continuo, porque ciertamente es importante que renovemos nuestro compromiso con una relación fuerte y exitosa” , expresó Clinton, según un comunicado del gobierno argentino.
El episodio del avión se resolvió de hecho el 13 de junio cuando Argentina devolvió el material, cuya confiscación había motivado incluso una dura declaración de Obama.
“Es serio (el incidente) en el sentido de que Argentina ha sido históricamente un amigo y un aliado de EE.UU. Tienen algunos equipos nuestros de comunicaciones y no hay razón para que no los devuelvan”, había dicho Obama a The Miami Herald.
Pero después de la devolución el roce continuó cuando la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, dijo que Argentina debe normalizar su relación con algunos acreedores, que no entraron en el arreglo global de la deuda en ’default’ entre 2005 y 2010.
A raíz de esa cuestión pendiente, una funcionaria del Tesoro había anunciado en setiembre que Estados Unidos se opondrá a la aprobación de créditos para Argentina en entidades multilaterales como el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“Ciertamente hubo altos y bajos. Pero hay intereses en común en el crecimiento económico y la seguridad en las Américas, como también para cooperar en temas globales”, dijo el consejero Rhodes para justificar la nueva situación.
El peor momento en la relación bilateral se vivió durante la presidencia del difunto marido de la Presidenta, Néstor Kirchner (2003-2007), cuando en alianza con Brasil y Venezuela sepultó la intención del entonces presidente George W. Bush de impulsar el acuerdo de libre comercio ALCA.
“Lo vemos como una oportunidad, tras la reelección de la presidenta, de dar un giro a la relación hacia una dirección más positiva” , dijo el consejero adjunto de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Ben Rhodes.
Los vínculos bilaterales se resintieron a partir del 10 de febrero último, cuando fue confiscado en Buenos Aires equipamiento de seguridad traído a bordo de un avión militar estadounidense, material que fue devuelto luego de las protestas del gobierno de Obama.
El argumento de las autoridades argentinas para confiscar armas, equipos de comunicación, medicamentos y psicotrópicos -destinados a un curso de entrenamiento- fue que no estaban declarados ni autorizados a ingresar.
Estados Unidos respondió que se trataba de material destinado a la cooperación con la policía argentina.
Kirchner, una abogada peronista de centroizquierda de 53 años, acaba de ser reelecta para otro mandato de cuatro años con un contundente respaldo en las urnas de casi 54% de votos, el mayor caudal desde la restauración de la democracia en 1983.
“Lo esencial es el reciente resultado electoral. Washington, como cualquier otra potencia, entiende que la política genera hechos que no pueden desconsiderarse en razón de posturas dogmáticas”, analizó Juan Tokatlian, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Di Tella (privada).
El primer indicio de la nueva postura de Estados Unidos fue la inmediata felicitación a Kirchner por su victoria electoral y luego una comunicación telefónica mantenida por la secretaria de Estado, Hillary Clinton.
“Sé lo importante que es nuestra relación entre EE.UU. y Argentina y me alegra que, dejando de lado las dificultades que hemos tenido, podamos empezar a mantener un diálogo continuo, porque ciertamente es importante que renovemos nuestro compromiso con una relación fuerte y exitosa” , expresó Clinton, según un comunicado del gobierno argentino.
El episodio del avión se resolvió de hecho el 13 de junio cuando Argentina devolvió el material, cuya confiscación había motivado incluso una dura declaración de Obama.
“Es serio (el incidente) en el sentido de que Argentina ha sido históricamente un amigo y un aliado de EE.UU. Tienen algunos equipos nuestros de comunicaciones y no hay razón para que no los devuelvan”, había dicho Obama a The Miami Herald.
Pero después de la devolución el roce continuó cuando la portavoz del Departamento de Estado, Victoria Nuland, dijo que Argentina debe normalizar su relación con algunos acreedores, que no entraron en el arreglo global de la deuda en ’default’ entre 2005 y 2010.
A raíz de esa cuestión pendiente, una funcionaria del Tesoro había anunciado en setiembre que Estados Unidos se opondrá a la aprobación de créditos para Argentina en entidades multilaterales como el Banco Mundial (BM) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
“Ciertamente hubo altos y bajos. Pero hay intereses en común en el crecimiento económico y la seguridad en las Américas, como también para cooperar en temas globales”, dijo el consejero Rhodes para justificar la nueva situación.
El peor momento en la relación bilateral se vivió durante la presidencia del difunto marido de la Presidenta, Néstor Kirchner (2003-2007), cuando en alianza con Brasil y Venezuela sepultó la intención del entonces presidente George W. Bush de impulsar el acuerdo de libre comercio ALCA.
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